top of page

La Residencia de Estudiantes fue un experimento de la Institución libre de Enseñanza. Originalmente se diseñó cómo un complemento educativo a la universidad, que servía tanto como Residencia como de aula de clase, pero a medida que fueron progresando los años, la manera tan diferente de enseñanza en el lugar hizo que se convirtiera en una de las principales instituciones para la modernización científica y educativa de España.

 

Después de ser fundada, la escuela pasó por tres etapas, marcadas sobre todo por la Guerra Civil.

PRIMERA ETAPA: EL ESPLENDOR DE LA RESIDENCIA
 

En esta primera época se conocerán algunas de las más importantes figuras españolas del siglo XX: Entre algunas de ellas se encuentran el cineasta Luis Buñuel, el pintor Salvador Dalí, el poeta Federico García Lorca o el compositor Salvador Bacarisse.

 

Esta primera etapa estuvo caracterizada por la búsqueda de la función de la propia Residencia, y por ello hubo eventos muy variados durante estos años. Abundaban los conciertos, que tenían asignados un día fijo a la semana para ofrecer una velada musical a los estudiantes y a algunos afortunados de fuera.

 

Las artes en general fueron muy bien reconocidas en La Residencia, por ello La compañía teatral “La Barraca” (Un grupo de teatro universitario de carácter ambulante y orientación popular, coordinado y dirigido por Eduardo Ugarte y Federico García Lorca), representó varias obras en su auditorio y practicaban ahí regularmente.

 

Aparte de las artes, La Residencia dotaba de “una buena biblioteca, clases de idiomas gratuitas y varios laboratorios de ciencia experimental”, en estas instalaciones trabajaron todo tipo de individuos y se hicieron grandes descubrimientos de la mano de, por ejemplo, José Pérez-Mel, quien hizo experimentos relacionados con la salud y la higiene entre los jóvenes.

Y probablemente uno de los rasgos más imponentes de La Residencia es y habría sido su salón de conferencias, por el que pasaron desde Albert Einstein a Ígor Stravinsky, también pasando por Marie Curie o Le Corbusier, pero aún y todo, estas charlas no eran la característica más atractiva de La Residencia por aquel entonces.

 

Era su manera de entender la educación cómo algo sugerido, y aplaudido, pero nunca impuesto. Los estudiantes gozaban de total libertad con respecto a sus horarios de clases, y a menudo estas clases se veían sustituidas por exposiciones organizadas para su disfrute y aprendizaje, por charlas con figuras intelectuales o por meras horas para comer.

 

Pero desgraciadamente, estos años de oro no pudieron durar para siempre, y cuando la Guerra Civil estalló la función de La Residencia sería modificada por completo.

PRIMERA ETAPA: EL ESPLENDOR DE LA RESIDENCIA
 

En esta primera época se conocerán algunas de las más importantes figuras españolas del siglo XX: el cineasta Luis Buñuel, el pintor Salvador Dalí, el poeta Federico García Lorca o el compositor Salvador Bacarisse.

 

Esta primera etapa estuvo caracterizada por la búsqueda de la esencia de la Residencia, y por ello hubo eventos muy variados durante estos años. Abundaban los conciertos, que tenían asignados un día fijo a la semana para ofrecer una velada musical a los estudiantes y a algunos afortunados visitantes.

Las artes en general estuvieron bien representadas en La Residencia. La compañía teatral “La Barraca”, un grupo de teatro universitario de carácter ambulante y orientación popular, coordinado y dirigido por Eduardo Ugarte y Federico García Lorca, representó varias obras en su auditorio y ensayaban ahí regularmente.

 

Aparte de las artes, La Residencia poseía “una buena biblioteca, clases de idiomas gratuitas y varios laboratorios de ciencia experimental”, en estas instalaciones trabajaron multitud de futuros científicos y se hicieron grandes descubrimientos de la mano de, por ejemplo, José Pérez-Mel, quien hizo experimentos relacionados con la salud y la higiene entre los jóvenes.

Probablemente uno de los rasgos más destacados de La Residencia fue su salón de conferencias, por el que pasaron desde Albert Einstein a Ígor Stravinsky,  Marie Curie o Le Corbusier, aunque estas charlas no fueron la característica más atractiva de La Residencia por aquel entonces.

 

Su mayor atractivo fue su manera de entender la educación cómo algo sugerido, pero nunca impuesto. Los estudiantes gozaban de total libertad con respecto a sus horarios de clases, y a menudo estas clases se veían sustituidas por exposiciones organizadas para su disfrute y aprendizaje, por charlas con figuras intelectuales o por meras horas para comer.

 

Pero desgraciadamente, estos años de oro no pudieron durar para siempre, y cuando la Guerra Civil estalló la función de La Residencia sería modificada por completo.

GGGGGG.JPG
SEGUNDA ETAPA: LA GUERRA CÍVIL

Antes de que estallara la Guerra Civil, La Residencia planeaba expandir su Campus, construyendo un nuevo edificio en la Ciudad Universitaria de Madrid, pero al comenzar  la guerra este edificio quedó inacabado. Al terminar la guerra su arquitecto Luis Lacasa es condenado a prisión, y otro arquitecto, Javier Barboso termina el edificio. 

 

En 1943 inauguran el edificio bajo el nombre de Colegio Mayor Ximénez de Cisneros, el cual será posteriormente fraccionado en diferentes partes.

 

Con la Guerra Civil, La Residencia se ve obligada a parar en seco todas sus actividades, y la sede se toma como un hospital debido a su amplia biblioteca, aunque tiempo después parte de ello se usará como orfanato.

 

Al finalizar la guerra y comenzar la dictadura de Franco, la mayoría de los estudiantes y profesores, así como el director, se ven obligados a exiliarse, con temor a que les tomen presos o les maten.

 

A partir de 1939, se clausuró la Junta para Ampliación de Estudios y casi todas sus instalaciones pasan a ser parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y son usadas como laboratorios y centros de investigación. 

 

El Auditorio de La Residencia pasará a ser parte de una iglesia y los 16.000 libros de la biblioteca de la antigua Residencia de Estudiantes al Colegio Mayor Ximénez de Cisneros, en la Universidad de Madrid, actualmente Universidad Complutense. 

Más de treinta años más tarde la Residencia pasa por unas arduas reformas para cambiar de uso y constituir a la tercera etapa.

TERCERA ETAPA: LA ACTUALIDAD

En el año 1986, después de pasar por unas grandes reformas para volver a sus funciones primeras, la Residencia está lista.

 

Actualmente, la Residencia de Estudiantes pertenece a una fundación privada, creada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC.

 

Se dedica a la recuperación de la historia de la Edad de Plata (1868–1936) de la cultura española, a través de la celebración de actos públicos y exposiciones, y del rescate documental de su Centro de Documentación. Disponen de una amplia biblioteca sobre el tema, y la Residencia sirve como centro de investigación.


Además, por sus habitaciones pasan cada año  3000 personalidades relacionadas con el mundo de la cultura y la investigación.

bottom of page